Psicologías de la tipografía

Psicologías de la tipografía

La psicología de la tipografía es algo que no tenemos la posibilidad de omitir al escoger la fuente de nuestra compañía. De la misma manera que los colores, las tipos de fuente además trasmiten emociones y experiencias.

En numerosas oportunidades hablamos de las distintas emociones que emiten los colores y de la consideración de su selección para nuestros logos. Pero, ¿qué hay de la tipografía? ¿Existe la psicología de la tipografía? ¿Alguna vez habéis planeado que el tipo de fuente que elijamos para nuestro logotipo además puede comunicar y decir algo sobre nosotros o nuestro negocio?

Ya que lo realiza. Se conoce como psicología de la tipografía y del mismo modo que sucede con los colores, la gente poseemos algunos sentimientos, emociones y hacemos asociaciones como respuesta a los diferentes tipos de letra y fuente.

Por todo lo mencionado debemos comprender y poner particular precaución en la selección de la tipografía que hayamos ido a usar. Y sucede que no vamos a poder utilizar el mismo tipo de fuente si deseamos reflejar que nuestro negocio es clásico que si deseamos comunicar que somos una compañía actualizada. Por eso conozcamos cómo se agrupan las fuentes de acuerdo con la psicología de la tipografía:

Ten presente lo que transmites al seleccionar una tipografía para tu marca, tu web, o algún comunicación que haga tu compañía.

Serif

Las fuentes serif provienen de la época en que las letras se tallaban en bloques de piedra, donde era muy complicado que los bordes quedasen rectos. Por ese motivo se introdujeron unos remates en los extremos llamados serif o serifas.

Dentro de las serif nos encontramos con gran variedad de fuentes, como las romanas antiguas, las romanas modernas o las egipcias. Todas ellas con diferentes estilos de serifas, pero con serifas siempre.

Este tipo de letra es muy apropiado para la lectura de textos largos. Crean una línea imaginaria bajo el texto que ayuda a guiar al ojo.

Las solemos percibir como tradicionales, serias, respetables, institucionales o corporativas.

Algunos ejemplos son: Book Antigua, Courier, Garamond, Times New Roman y Palatino.

Sans Serif

Además conocidas como etruscas, o de palo seco, se dieron a conocer en Inglaterra en 1820 o 1830. Además de no poseer serifas, no existe solamente contraste entre sus trazos. Los vértices son rectos y dan la sensación de ser escritas por alguien que no ha utilizado una técnica manual como un pincel o lápiz.

Están asociadas a la tipografía comercial dado que son buenas para la impresión de etiquetas y embalajes.
Son perfectas para contenidos escritos cortos pero muy enormes, avisos y sucesos. Están principalmente indicadas para visualizaciones en pantallas, quedando legibles en tamaños chicos (siempre que no sean bastante largos) y limpias en los enormes.

De acuerdo con la psicología de la tipografía emiten modernidad, seguridad, alegría y en algunas oportunidades neutralidad o minimalismo.

Algunas de las fuentes más populares de esta familia: Arial, Bauhaus, Tahoma, Verdana. o Helvética.

Manuscritas o Script

Son fuentes que parecen estar escritas en cursiva o ser caligrafía. Se acostumbran usar para títulos o firmas únicamente, dado que sus trazos más finos tienen la posibilidad de llegar a ocultar y lograr que pierda legibilidad el texto.

Como curiosidad, el primer carácter de imprenta utilizado en Europa fue de esta familia, la Gótica, que imita la escritura a mano de los monjes.

Sabiendo la psicología de la tipografía, estas fuentes emiten distinción, aprecio y imaginación.

Algunos ejemplos son la Gótica, Brush, Vivaldi y Edwardian Script.

Decorativas o de Fantasía

Son tipografías que no se ajustan a ninguna de las clasificaciones anteriores y que casi siempre se han creado con un fin específico, donde la legibilidad no se ha tenido demasiado en cuenta.

Esta familia, por la variedad de categorías que tiene, es la que más puede llegar a atraer. Y es que la forma de las letras puede sugerir una época y dentro de la psicología de la tipografía es la que más personalidad aporta.

Algunas fuentes de las más conocidas son Esténcil, Art Nouveau, Pop Art o Grune.